La crema pastelera es una crema dulce y suave que se utiliza como relleno o acompañamiento de muchos postres, como tartas, pasteles, profiteroles, hojaldres, etc. Es muy fácil de hacer en casa y solo necesitas unos pocos ingredientes: leche, huevos, azúcar, maicena y vainilla. También puedes aromatizarlo con canela, limón, naranja o lo que prefieras.
Separa las yemas de las claras de cuatro huevos y reserva las claras para otro uso. Pon las yemas en un bol grande y añade 100 gramos de azúcar y 40 gramos de maicena. Bate bien con unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos.
Calienta 500 mililitros de leche en un cazo a fuego medio. Añade una vaina de vainilla abierta por la mitad y raspada con un cuchillo para extraer las semillas. También puedes añadir una rama de canela y la cáscara de medio limón o naranja si quieres darle más sabor. Deja que la leche hierva y luego apaga el fuego. Retira la vaina de vainilla, la canela y la cáscara de cítrico y reserva la leche.
Vierte poco a poco la leche caliente sobre la mezcla de yemas, azúcar y maicena, sin dejar de batir con las varillas para que no se cuajen los huevos. Vuelve a poner la mezcla en el cazo y llévala a fuego medio-bajo, sin dejar de remover, hasta que espese y tenga la consistencia de una crema. Ten cuidado de no cocinarla demasiado o se cortará.
Retira la crema del fuego y ponla en un bol. Cubre la superficie con papel film, tocando la crema, para evitar que se forme una capa seca. Deja que se enfríe a temperatura ambiente y luego guárdala en la nevera hasta que la vayas a usar. Puedes conservarla hasta tres días en un recipiente hermético.